Desde hace un año que no escribo en mi propio blog. A duras penas he conseguido mantener mis redes, principalmente IN donde si creo estar más o menos al día. Sin embargo, hace algo más de un año juzgaba a quienes dejaban su blog inerte, y ahora soy yo, la imprudencia de la vida.

Hace algunos años, cuando empezaba toda la eclosión de las redes sociales, un catedrático de comunicación y sabio con quien tuve la suerte de tener alguna que otra conversación me dijo: "cuando las cosas te vayan bien no tendrás tiempo para escribir nada, tus clientes serán tu prioridad". Y efectivamente es así. He escrito mucho para ellos y nada para mi. He viajado, diseñado estrategias, soñado que es lo que quería para ellos, pero he olvidado que quería para mi, aunque, al cabo, el camino esta lleno de intersecciones en las que nos encontramos ambos. Al cabo, he olvidado escribir en mi propio blog, pero sirva de vaga excusa, he leído muchísimo; y esa, a lo mejor, es la diferencia que mis clientes saben valorar. Gracias, ya estoy de vuelta...